Hace tres meses, en mayo de este año (2022) se cumplieron tres años desde el lanzamiento de $imple el cuál es un sistema creado por la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (ASOBAN) el año 2019.

El sistema $imple, más conocido como QR entre la población, ha provocado un enorme salto digital en la forma en la que las(os) bolivianas(os) realizamos nuestras actividades de compra/venta de bienes o servicios, pagamos cuentas y transferimos dinero; lo que ocacionó una revolución en el sistema de pagos electrónicos en Bolivia.

Si bien el término QR se convirtió en poco tiempo en parte de la jerga boliviana, es bueno hacer mención en el presente artículo su significado y origen. QR proviene del acrónimo en inglés de las palabras «Quick Response» siendo su traducción al castellano «Respuesta Rápida» cuyo origen data del año 1994 en la empresa japonesa Denso Wave (subsidiraria de Toyota) cuyo propósito fue de reemplazar los códigos de barras por códigos que permitieran que su contenido o información se leyeran a alta velocidad para el registro y administración de repuestos en la fabricación de automóviles.

En Bolivia, los códigos QR se utilizan como un método de pago/cobro ágil de transferencias electrónicas entre cuentas bancarias de personas naturales y jurídicas principalmente. Una de las ventajas principales que presentan los códigos QR es su nulo costo financiero transaccional entre personas naturales y jurídicas, así mismo un costo transaccional muy por debajo en relación a los pagos tradicionales e-commerce con tarjetas de crédito/débito.

La amplia utilización y popularidad de los códigos QR impulsó en Bolivia la creación de diversas empresas financieras tecnológicas fintech las cuales en alianzas estratégicas con la banca tradicional, incentivan el uso de nuevas tecnologías entre la población, permitiendo así una mayor democratización de los servicios financieros y profundización de la bancarización en todo el país.